domingo, 24 de mayo de 2020

Festejando a la Patria en tiempos de pandemia



En el calendario escolar, esquemáticamente se puede hablar de actos conmemorativos y actos festivos.  Sin dudas el aniversario de nuestro Primer Gobierno Patrio es de los festivos. En ese sentido en los niveles Primario e Inicial es muy frecuente hablar del cumpleaños de la Patria. Esto, en principio, parece contraponerse con la difícil y triste situación de pandemia y aislamiento social que estamos viviendo. Sin embargo quiero remontarme al origen mismo de nuestro calendario escolar y su relación con la construcción de la Nación y el estado Argentino para concluir con la necesidad de festejar esta fecha Patria pese al contexto que nos rodea. La expansión de la Educación Pública, la construcción de la Nación  y la consolidación del Estado Argentino son procesos contemporáneos, que se inician con la caída de Rosas en 1852 y concluyen con la generación del 80. A la par que el Estado nacional lograba imponer su poder sobre todo el territorio, proceso concluido en 1880,  se hacía imprescindible construir la Nación, como un ideario que una a todos los habitantes de nuestro País, considerando las décadas de guerras civiles  habían forjado fuertes identidades provinciales, la Patria del correntino era Corrientes, la del porteño Buenos Aires y así sucesivamente. A esa  dificultad para lograr en la población la conciencia de compartir la misma Nación se sumó la llegada de un auténtico aluvión de inmigrantes europeos, consideren que a fines del siglo XIX más de la mitad de la población de la ciudad de Buenos Aires era extranjera. Era fundamental construir la Nación como el ideal de compartir una misma historia y un proyecto común para que el poder del Estado no se base solo en la coerción sino también en el consentimiento. Es allí donde la educación pública, laica y gratuita y el calendario escolar cumplen un rol fundamental. En 1882 se sanciona la ley de educación laica, libre y obligatoria y así no  solo la enseñanza de la historia y la geografía nacional va llegando paulatinamente a todos los niños del País, sino también los actos escolares, sobre todo los del 25 de Mayo y del  9 de Julio, refuerzan  en niños y jóvenes el orgullo de ser argentinos. Este primer paso en el afianzamiento de la nacionalidad, sin duda necesario pero también funcional a las elites, se fue reconstruyendo cada vez que gobiernos que tenían como objeto la ampliación de derechos. Así el concepto de Nación como proyecto compartido se hizo cada vez más inclusivo, abarcando a los sectores medios con las primeras presidencias radicales (1916-1930) y los populares con el primer peronismo (1946-1955). El sistema educativo acompaño estos procesos desde sus propuestas de trabajo con los niños y jóvenes y con  el calendario escolar. A partir de 1983 el restablecimiento definitivo de la democracia incorporó a nuestros ideales compartidos la defensa de esta forma de gobierno y de los derechos humanos, así estos temas se convirtieron en contenidos escolares y se incorporaron al calendario escolar. Un pueblo solo conforma una Nación si está consciente de compartir una misa historia, una misma cultura y unos mismos ideales para el futuro, y solo partiendo de este fundamento se puede comenzar un desarrollo virtuoso, si esto no lo logramos, Argentina solo será una expresión geográfica. En síntesis si tenemos en claro que de esta crisis, como de todas las anteriores que vivimos, solo podemos salir en paz si incluimos a todos y si en la construcción de ideales compartidos es fundamental el recuerdo de los grandes hitos de nuestra historia, pese a la tristeza que estamos viviendo, no podemos dejar de festejar el nacimiento de nuestra Patria, el punto fundacional de nuestra nacionalidad, que nos identifica como pueblo pero en el marco de un proyecto colectivo que nos incluya a todos.
                                             
                       José Cerone